Prefacio...

Te alejaste de mí a pasos lentos, la brisa helada del invierno se hizo presente al pasar rozando delicadamente mi rostro. Entonces volteaste y me miraste a los ojos.

- ¿Qué es lo que tratas de decir? – pregunté aún confusa, no entendía lo que tratabas de decir.

- No te amo, todo el tiempo que estuve contigo solo fuiste un juego. – confesó mientras sonreía burlonamente.

El silencio se apoderó de nosotros mientras trataba de entender lo que hace mucho tiempo me hubiera dado cuenta…Una lágrima dos, tres amenazaban con salir pero me contuve… No pronuncié ni una palabra más… las palabras no salían de mis labios…

- Adiós. – se despidió haciendo un ademán de despedida con la mano mientras se iba.

Entonces él se fue y despareció entre la niebla… el corazón me dolía pero no dije nada más…y lo dejé partir sintiendo tanto amor… Hubiera querido decir “por favor detente…”… pero no lo pude hacer... Me hice un ovillo, el clima era helado, aunque esto no me afectaba tanto porque él era tan frío como el invierno.

….

No podía estar con ella, debía protegerla de su peor enemigo, de mí.

- ¿Qué es lo que tratas de decir? – preguntó confusa con ojos de dolor.

- No te amo, todo el tiempo que estuve contigo solo fuiste un juego. – mentí mientras fingía sonreír, el frío viento corría mientras lastimaba mi corazón, no podía estar con ella, debía protegerla, si ella me hubiera conocido se habría alejado de mí. Mi mente examinó alguna posibilidad de estar con ella… no, sería un peligro constante, mejor era lastimarla ahora que después.

El silencio se apoderó de nosotros mientras ella me miraba confusa. No podía estar más tiempo aquí, no lo podía resistir, sentía tanto dolor, ella no debía descubrir lo que sentía ahora. Entonces me giré y de espaldas.

- Adiós – me despedí, una lágrima recorrió mi mejilla mientras me iba…y me alejé de ti sin decir ninguna palabra más…en mi mente te di mis mejores deseos.

- Sé feliz mi dulce princesa… - logré decir a lo lejos.